El Poder de Vivir para Siempre-Parte II

Juan 8:23-36, 46-47

    “²³Y les dijo: —Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. ²⁴Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados, si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis. ²⁵Entonces le dijeron: —Tú, ¿quién eres? Entonces Jesús les dijo: —Lo que desde el principio os he dicho. ²⁶Muchas cosas tengo que decir y juzgar de vosotros; pero el que me envió es verdadero, y yo, lo que he oído de él, esto hablo al mundo. ²⁷Pero no entendieron que les hablaba del Padre. ²⁸Les dijo, pues, Jesús: —Cuando hayáis levantado al Hijo del hombre, entonces conoceréis que yo soy y que nada hago por mí mismo, sino que, según me enseñó el Padre, así hablo, ²⁹porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada. ³⁰Al hablar él estas cosas, muchos creyeron en él. ³¹Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: —Si vosotros permanecéis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; ³²y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres. ³³Le respondieron: —Descendientes de Abraham somos y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: “Seréis libres”? ³⁴Jesús les respondió: —De cierto, de cierto os digo que todo aquel que practica el pecado, esclavo es del pecado. ³⁵Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. ³⁶Así que, si el Hijo os liberta, seréis verdaderamente libres.  ⁴⁶ ¿Quién de vosotros puede acusarme de pecado? Y si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis? ⁴⁷El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios.”  

Continuamos, hoy, con el estudio de la enfermedad mortal que ataca a cada ser humano: el pecado. Pero, ¿cómo definiríamos el pecado? (Dejar que cada uno exprese su opinión).

Posibles definiciones bíblicas para el pecado:

1. a) Transgredir la ley de Dios.
2. b) Toda injusticia.
3. c) No alcanzar la gloria de Dios.
4. d) Rebelión en contra de Dios.
5. e) Incredulidad, con lo cual declaro que Dios es un mentiroso.
6. f) Vivir “a mi manera”, haciendo lo que bien quiero y yendo en contra de la voluntad de Dios.

Conclusión – El pecado es la rebelión contra Dios caracterizada por una actitud de indiferencia. Y ya hemos visto ya en el Evangelio de Juan que sólo aquellos que han sido perdonados tienen acceso a la Vida Eterna. Pero, para que recibamos el perdón por nuestro pecado debemos dar la espalda al pecado en arrepentimiento y rendirnos a Cristo Jesús como nuestro Señor y Salvador.

• La Solución para el problema del pecado.

1. El apóstol Pablo escribió lo siguiente en Romanos 6:23: “Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. Entonces, ¿cuál es el precio que el pecado cobra a cada ser humano por practicarlo?
2. Pero, según este mismo versículo, ¿se requiere hacer algún tipo de labor para recibir la salvación de parte de Dios?
3. Entonces, ¿cómo es que recibimos la Vida Eterna?

1. Que alguien lea: Efesios 2:8-9: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios. No por obras, para que nadie se gloríe”. Según este texto, ¿cómo es que podemos ser salvos del infierno?
2. ¿Cómo, pues, recibimos esta Vida Eterna?

• La Advertencia por parte de Jesús.

1. Leamos juntos Juan 8:24 y respondamos: ¿Qué le advierte Jesús a todo aquel que se rehúsa a seguirle como Señor y Salvador?
2. Según Juan 8:31-32, ¿qué recursos disponemos nosotros para estar libres del poder del pecado?
3. ¿Quién es el verdadero discípulo de Jesucristo, según estos versículos?
4. Leamos, ahora, Juan 8:36 y respondamos: ¿Quién es el que puede librarnos del poder del pecado?
5. ¿Qué le pidió Jesús a aquellos que le conocieron personalmente cuando estuvo en la tierra, según Juan 8:46?

Jesús nunca había pecado. Sin embargo, Él fue tentado de la misma forma que tú y yo somos tentados. Pero, por Su Amor hacia nosotros, Él llevó nuestro pecado a cuestas en la cruz.

1. En Hebreos 9:27 leemos: “Y de la manera que está establecido que los hombres que mueran una vez, y después el juicio”. De acuerdo a esta verdad, ¿cuáles son las dos citas inevitables a las que todos acudiremos?

Conclusión.

La gracia es un regalo, al igual que la fe. Tú no puedes ganar la Gracia a través de tu propio esfuerzo. Aquellos que eligen el regalo de la Vida Eterna que Jesús ofrece alcanzarán la victoria en esos dos terribles eventos mencionados en la última pregunta: la muerte y el juicio.

¿Quiénes desean ser victoriosos en estos dos momentos de nuestra historia de vida?