Nuestros Actos y Sus Consecuencias – Parte 2

Juan 8:23-32

    “²³Y les dijo: —Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. ²⁴Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados, si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis. ²⁵Entonces le dijeron: —Tú, ¿quién eres? Entonces Jesús les dijo: —Lo que desde el principio os he dicho. ²⁶Muchas cosas tengo que decir y juzgar de vosotros; pero el que me envió es verdadero, y yo, lo que he oído de él, esto hablo al mundo. ²⁷Pero no entendieron que les hablaba del Padre. ²⁸Les dijo, pues, Jesús: —Cuando hayáis levantado al Hijo del hombre, entonces conoceréis que yo soy y que nada hago por mí mismo, sino que, según me enseñó el Padre, así hablo, ²⁹porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada. ³⁰Al hablar él estas cosas, muchos creyeron en él. ³¹Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: —Si vosotros permanecéis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; ³²y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.”  

En nuestra última reunión de célula, hemos visto que es imposible que el pecado se quede sin castigo, pues nadie puede escapar al juicio de Dios. También aprendimos que todos nuestros caminos están ante los ojos de Jehová, y Él considera todas nuestras veredas (“Porque los caminos del hombre están ante los ojos de Jehová, y Él considera todas sus veredas” – Proverbios 5:21). Además, hemos visto que el pecado puede destruir las vidas, los matrimonios, las familias, el trabajo, etc. Sin embargo, hay un pecado imperdonable que nos envía al infierno.

1. El pecado imperdonable.

1. Según Juan 8:24, ¿cuál es este pecado tan grande para el cual no hay perdón y que puede llevar a los hombres a morir con él?
2. Según Juan 8:28-29, ¿De quién fue la idea de levantar al Señor Jesucristo en la Cruz del Calvario?
3. ¿Qué beneficio recibía Jesús del Padre Celestial por hacer todo lo que Le agradaba? Vea Juan 8:29.
4. Nuestro Señor Jesucristo es verdaderamente Dios y hombre. Su Obra en la Cruz fue la perfecta voluntad del Padre para redimir en Él toda la humanidad. Veamos como el autor de Hebreos expresa de modo tan claro esta perfecta Obra de Salvación de Jesús por nosotros en el Calvario:

2. Una Obra Perfecta.

           Hebreos 10:10-12, 14, 17-18:

10. “En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre. 11. Ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios que nunca pueden quitar los pecados; 12. Pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios.
11. Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados…
12. Añade: y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones. 18. Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por el pecado”.

1. ¿Cuántas veces debe morir Jesús para pagar por nuestros pecados?
2. Lo que Jesús hizo fue tan poderoso que no puede ser duplicado. Ningún sacrificio hecho hoy podría añadir nada a lo que Él ya completó.
3. ¿Qué hizo Jesucristo como hombre en la cruz, según Hebreos 10:12?
4. ¿Por cuánto tiempo es válido ese sacrifico de Jesús en la Cruz del Calvario?
5. Cuando alguien se sienta es porque está cansado o porque ya ha terminado su trabajo, ¿verdad? ¿Porque usted cree que se ha sentado Jesús a la diestra de Dios?
6. ¿Cuántas veces debe morir Jesús para hacernos perfectos y santos delante de Dios?
7. ¿Cuántos de nuestros pecados serán recordados por Dios, tomando en cuenta que la sangre de Jesús fue derramada por ellos?

Conclusión.

Todos nuestros pecados fueron puestos sobre nuestro Señor Jesús y Él murió en nuestro lugar. Así, Él pagaba con Su sangre el derecho de ser nuestro Señor, nuestro Jefe. El Evangelio de Juan presenta a Jesús como “Señor” más de 40 veces, pero, aunque el Señor Jesús murió por todos, solamente aquellos que Le reciben como su Señor y Salvador se benefician del resultado de Su muerte en la Cruz.