¡El Obsequio Más Maravilloso! – Parte 1

Romanos 10:8-17

    “⁸Pero ¿qué dice?: «Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón». Esta es la palabra de fe que predicamos: ⁹Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo, ¹⁰porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.

¹¹La Escritura dice: «Todo aquel que en él cree, no será defraudado», ¹²porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que lo invocan; ¹³ya que todo aquel que invoque el nombre del Señor, será salvo.

¹⁴¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¹⁵¿Y cómo predicarán si no son enviados? Como está escrito: «¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!».

¹⁶Pero no todos obedecieron al evangelio, pues Isaías dice: «Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio?». ¹⁷Así que la fe es por el oir, y el oir, por la palabra de Dios.”

En esta vida, no basta con saber algo. Debemos actuar basado en lo que sabemos. Es maravilloso que nos ofrezcan un regalo, pero no podemos disfrutar de este regalo hasta que lo recibimos de quien nos lo entrega y lo usamos. Dios nos ofrece el maravilloso regalo de la Vida Eterna, pero nosotros necesitamos recibirlo, aceptando a Su Hijo Jesucristo y experimentado con Él las riquezas de este obsequio maravilloso.

Meditemos en los textos de nuestro estudio de hoy y busquemos contestar las preguntas con nuestras propias palabras.

1. La Obra de Dios es que recibamos Su Regalo.

1. ¿Cuál es la única “obra” que Dios acepta de parte del hombre, según Juan 6:28-29?

“28 Entonces le preguntaron: –¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? 29 Respondió Jesús y les dijo: –Esta es la obra de Dios, que creáis en aquel que él ha enviado”.

1. Usamos la palabra “creer” todos los días. Se oyen cosas como: “yo creo a mi familia”, o “yo creo en este político”. Según la Biblia, Dios desea que verdaderamente creamos a Él. Pero, ¿qué es lo que significa “creer”? Veamos:

2. Soy desafiado a recibir este Regalo.

1. En Apocalipsis 3:20, leemos: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”.

• ¿Dónde se encuentra Jesús?
• ¿Cuál es el significado de “la puerta” en este versículo”?
• ¿Por qué Jesús llama a la puerta?
• ¿Cuáles son las dos cosas que deben ocurrir antes de que Jesús entre al corazón?
• ¿Qué promete Jesús hacer con todo corazón abierto a Él?

La hora para sentarse a la mesa y cenar puede significar un tiempo de amistad y para compartir cosas profundas con los que amamos y confiamos.

La Biblia nos presenta el “alimento espiritual” que todos necesitamos y Jesús quiere invertir tiempo con nosotros, conociéndonos y disfrutando de nuestra compañía cada día. Necesitamos cenar con Dios mediante el estudio de la Palabra de Dios y conversar con Él a través de la oración.

1. En Romanos 10:9, leemos: ¿qué palabras ilustran lo que significa creer en Cristo?
2. ¿Qué diferencia que hay entre el creer con tu mente y el creer en tu corazón?
3. Según lo que nos dijo el apóstol Pablo en Romanos 10:13, ¿qué acción está directamente asociada con creer en Jesús y ser salvo?

3. El Regalo de Dios es para mi Salvación, pero…

De acuerdo a Juan 3:18 (“El que en él cree no es condenado; pero el que no cree ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.”), ¿en qué condición nos encontramos si decidimos no creer en Jesucristo?

Conclusión.

Recibir el Maravilloso Obsequio de Dios para nuestras vidas puede resultar en la decisión más extraordinaria para nosotros, pues, aparte de que nos prepara para la Vida después de nuestra vida terrenal, nos permite ser parte de la Gran Familia de Dios aquí en la Tierra. ¿Qué decisión tomaremos nosotros delante de tan gran ofrecimiento de Dios?