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Proverbios Cap. 30

Proverbios Cap. 30

Estudiando el Libro de Proverbios

ESTUDIO 30 | Libro de PROVERBIOS – CAPÍTULO Nro. 30 l Link para descargar el Estudio Bíblico::

ESTUDIO # 30

Introducción

 

Estudiando Proverbios – 30

 

Introducción

 

Hoy nos toca meditar en las profecías del profeta Agur. Quizás sea él el más desconocido de los profetas, pues nunca se hace mención de él en parte alguna de las Escrituras, siendo este capítulo la única mención a su persona. Con una genealogía precaria que no lo vincula a cualquiera de las tribus de Israel, deja sus palabras profundas y cargadas de sabiduría, aunque se cree destituido de ella (v. 1 al 3).

Pero, he aquí un capítulo para una larga y detenida meditación. Agur es un hombre que se detiene a escudriñar la naturaleza para sacar de ella enseñanzas y verdades que revelan la existencia de Aquel que “subió al cielo y descendió, encerró los vientos en sus puños, recogió las aguas en un paño (y) afirmó todos los confines de la tierra.” Por eso nos hace la pregunta: “¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo, si es que lo sabes?” (Proverbios 30:4).

¡Preparémonos para contestar la pregunta del profeta Agur!

 

Proverbios 30.

 

1Palabras de Agur hijo de Jaqué.  La profecía que dijo el varón a Itiel, a Itiel y a Ucal. 2Ciertamente yo soy más rudo que nadie: no tengo entendimiento humano. 3No aprendí sabiduría ni conozco la ciencia del Santo. 4¿Quién subió al cielo y descendió? ¿Quién encerró los vientos en sus puños? ¿Quién recogió las aguas en un paño? ¿Quién afirmó todos los confines de la tierra? ¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo, si es que lo sabes? 5Toda palabra de Dios es limpia; él es escudo para los que en él esperan. 6No añadas a sus palabras, para que no te reprenda y seas hallado mentiroso. 7Dos cosas te he pedido, no me las niegues antes que muera: 8Vanidad y mentira aparta de mí, y no me des pobreza ni riquezas, sino susténtame con el pan necesario, 9no sea que, una vez saciado, te niegue y diga: «¿Quién es Jehová?», o que, siendo pobre, robe y blasfeme contra el nombre de mi Dios. 10No acuses al siervo ante su señor, no sea que te maldiga y lleves el castigo. 11Hay generación que maldice a su padre y que a su madre no bendice. 12Hay generación limpia en su propia opinión, si bien no se ha limpiado de su inmundicia. 13Hay generación de ojos altivos y párpados altaneros. 14Hay generación cuyos dientes son espadas y sus muelas cuchillos, para devorar a los pobres de la tierra y a los menesterosos de entre los hombres. 15La sanguijuela tiene dos hijas que dicen: «¡Dame! ¡dame!». Tres cosas hay que nunca están hartas, y aun la cuarta nunca dice: «¡Basta!»: 16el seol, la matriz estéril, la tierra, que no se sacia de agua, y el fuego, que jamás dice: «¡Basta!». 17El ojo que se burla de su padre y menosprecia la enseñanza de la madre, sáquenlo los cuervos de la cañada y devórenlo las crías del águila. 18Tres cosas me son ocultas, y una cuarta tampoco conozco: 19el rastro del águila en el aire, el rastro de la culebra sobre la peña, el rastro de la nave en medio del mar y el rastro del hombre en la muchacha.  20La mujer adúltera procede así: come, se limpia la boca y dice: «No he hecho ningún mal». 21Por tres cosas tiembla la tierra, y por una cuarta que no puede sufrir: 22por el siervo llegado a rey, por el necio saciado de pan, 23por la mujer aborrecida, cuando se casa, y por la sierva cuando hereda a su señora. 24Cuatro de las cosas más pequeñas de la tierra son más sabias que los sabios: 25las hormigas, pueblo que no es fuerte, pero en verano preparan su comida; 26los conejos, pueblo que no es vigoroso, pero hacen su casa en la piedra; 27las langostas, que no tienen rey, pero salen todas por cuadrillas; 28la araña, que la atrapas con la mano, pero está en los palacios reales. 29Tres cosas hay de hermoso andar, y una cuarta que pasea con elegancia: 30El león, fuerte entre todos los animales, que no retrocede ante nada; 31el gallo altivo, y también el macho cabrío, y el rey, a quien nadie resiste. 32Si neciamente te has enaltecido y te has propuesto hacer mal, ponte la mano sobre la boca. 33Ciertamente el que bate la leche saca mantequilla, el que con fuerza se suena la nariz saca sangre y el que provoca la ira causa contienda.

 

Conceptos: Menesteroso, Hermoso andar y Los más sabios.

 

  1. ¿Quién fue el que habló estas palabras? (v. 1).
  2. ¿Qué evaluación tiene de sí mismo el profeta Agur? (vs. 2 y 3).
  3. Contestemos cada una de las preguntas del versículo 4.
  4. ¿Qué problemas trae el añadir palabras a la Palabra de Dios? (vs. 5 y 6).
  5. ¿Qué dos cosas pide Agur a Dios? (vs. 7 y 8).
  6. ¿Qué cosa puede traernos castigo? (v. 10).
  7. ¿Qué características de generaciones se describen en los versículos del 11 al 14?
  8. ¿Qué cosas son las que nunca se sacian? (vs. 15 y 16).
  9. ¿Qué cuatro cosas son incomprensibles para el profeta Agur? (vs. 18 y 19).
  • ¿Quién es la que dice “no he hecho maldad alguna”? (v. 20).
  • ¿Qué cuatro cosas alborotan la tierra? (vs. 21 al 23).
  • Diga qué animales son más sabios que los sabios y por qué. (vs. 24 al 28)
  • ¿A qué es comparado el rey a quien nadie resiste? (vs. 29 al 31).
  • ¿Quién es el que debe poner la mano sobre su boca? (v. 32).
  • ¿Qué logra el que provoca la ira? (v. 33).

 

Meditación Práctica.

 

  1. ¿Qué recibe el que se refugia en la Palabra de Dios? (vs. 5 y 6).
  2. ¿Qué peligros hay en la pobreza y en la riqueza? (v. 9).
  3. ¿De qué son merecedoras estas generaciones descritas en los versículos 11 al 14? (¿Podríamos decir que hay algo de semejante a lo que nos dice Pablo en Romanos 1:28-32?).
  4. ¿Quién es el que merece quedarse sin visión? (v. 17).
  5. ¿Qué versículo del estudio de hoy escoge usted para ponerlo en práctica en esta semana?