Calle Beni #455, Santa Cruz
+591 3 3 327609
Calle Beni #455, Santa Cruz
+591 3 3 327609

Pastoral 29 SEPTIEMBRE 2024

Pastoral 29 de Septiembre - Ap. Alberto Magno Sales de Oliveira

¡Esparciendo la Palabra Transformadora!

“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”. Hechos 1:8

¡Cómo necesita este mundo una urgente e imperiosa transformación! Los días actuales se caracterizan por transformaciones gigantescas en todas las áreas del accionar humano. Las vemos en las comunicaciones, en la tecnología, en los transportes, en la política, en la economía, en la ciencia médica y en los adelantos científicos y cibernéticos.

 

Pero todo esto nos hace ver lo tremendo y necesario que es el Evangelio dinámico del cristianismo histórico que, a través de la Palabra transformadora de vida – la Biblia, ha trascendido los siglos tocando vidas y generaciones ministrando transformación al corazón de los hombres de razas, tribus y naciones.

 

Nuestra generación no puede vivir del pan del materialismo, mas “de toda palabra que procede de la boca de Dios”. Sólo la Biblia puede transformar los hombres, las sociedades y las naciones de forma a que vivan bien y sean prosperados en todo lo que realicen. El Eterno dijo al conquistador Josué en vías de conquistar la Tierra Prometida: Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. (Josué 1:8).

 

MAX JUKES, el ateo, vivió una vida impía. Se casó con una joven impía, y de la descendencia de esta unión murieron 310 en la indigencia, 150 fueron criminales, siendo 7 asesinos; 100 eran borrachos, y más de la mitad de las mujeres eran prostitutas. Los 540 descendientes de Jukes costaron al estado americano alrededor de 1.250.000,00 dólares americanos.

 

Pero, gloria a Dios, la moneda tiene su lado reverso. Hay el registro de un gran hombre de Dios de mismo pueblo de Jukes: JONATHAN EDWARDS. Vivió en la misma época de Max Jukes, pero, se casó con una joven piadosa. Se inquirió detalladamente a 1.394 descendientes conocidos de Jonathan Edwards, de los cuales 13 se hicieron rectores de universidades, 65 profesores de universidades, 04 senadores de los Estados Unidos de Norteamérica, 30 jueces, 100 abogados, 60 médicos, 75 oficiales marines o del ejército, 100 predicadores y misioneros, 60 destacados escritores, un vice-presidentes de los Estados Unidos, 80 otros altos funcionarios de estados y diplomáticos enviados a otras naciones. Los descendientes de Jonathan Edwards no costaron al Estado americano ni siquiera un centavo, pues “la memoria del justo será bendita. (Proverbios 10:7).

 

Mis amados hermanos, no nos dejemos engañar por nada de este mundo. Lo que tú y yo tenemos es lo más preciado de parte de Dios para la bendición de nuestra gente y de nuestra Nación. La vida, la salud y la prosperidad de nuestra Nación están en nuestras manos a través del poderoso Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, pues sólo Jesús puede sacar al hombre de su bancarrota espiritual, mental, emocional, física y financiera, pues “… en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. (Hechos 4:12). Esta salvación es completa y abarca todas las áreas de vivir humano y es suficiente para la transformación de nuestra Tierra.

 

Mientras en nuestra Tierra reinen la ceguera espiritual, la incredulidad, la idolatría, la indiferencia y la afronta contra Dios y Su Palabra no veremos señales de salidas para nuestra gente. Tenemos que predicar el Evangelio a tiempo y afuera de tiempo, a fin de impregnar nuestra generación del poder de Dios para sus vidas.

 

¡Es tiempo de Misiones! Es tiempo de alargar la tienda y alcanzar nuevos territorios con el mensaje de Salvación en Cristo Jesús. Más que nunca llevemos la Palabra de Dios a todos los rincones de nuestra ciudad, departamento y Nación. ¡Esta es la palabra de orden!

 

En el Amor del Señor y en la Lucha por el Reino, Alberto Magno y Gladys de Sales, sus pastores.