Sobre las Divisiones en la Iglesia
ESTUDIO # 5
Estudio de la Carta a los Corintios – 5
Sobre las Divisiones en la Iglesia
INTRODUCCIÓN
¡Qué maravilloso es el pensamiento del apóstol Pablo en nuestro texto del estudio de la Célula, cuando nos declara que somos colaboradores de Dios! ¡Qué privilegio! ¡Qué bendición! Y, ¡qué responsabilidad! Es decir, el Todopoderoso ha decidido tomarnos en cuenta en Su Obra aquí en la Tierra. Dejemos que el Espíritu Santo nos muestra en la Palabra de Dios esta revelación de la suprema voluntad de Dios para con nosotros.
1 Corintios 3:1-23
“1 De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. 2 Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, 3 porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres? 4 Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales? 5 ¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor. 6 Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. 7 Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento. 8 Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor. 9 Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios. 10 Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica. 11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. 12 Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, 13 la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. 14 Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. 15 Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego. 16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? 17 Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es. 18 Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio. 19 Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: El prende a los sabios en la astucia de ellos. 20 Y otra vez: El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos. 21 Así que, ninguno se gloríe en los hombres; porque todo es vuestro: 22 sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir, todo es vuestro, 23 y vosotros de Cristo, y Cristo de Dios.”
Temas: Crecimiento, Disputas, Divisiones, Espíritu Santo, Fundamentos, Iglesia, Mundo, Pruebas, Sabiduría.
COMIENCE
- ¿En qué cosas ha cambiado usted desde que era un niño o una niña?
- ¿Por qué es importante colocar un fundamento fuerte al construir una casa?
- ¿Qué verdades fundamentales aprendió en la escuela?
EXPLORE
- ¿Por qué trató Pablo a los corintios como “apenas niños”? (vs. 1 al 3).
- ¿Cómo eran los corintios? (vs. 3 al 5).
- ¿Qué rasgos tenían los corintios que los convertían en mundanos? (vs. 3 al 5).
- ¿Cómo quería Pablo que sus lectores los vieran a Apolos y a él? ¿Por qué? (vs. 5 al 7).
- ¿Cuál es el propósito de cada obrero cristiano al ministrar a otros? (v. 8).
- ¿En qué forma se parecen la persona que siembra y la que riega? (vs. 8 y 9)
- ¿Quiénes eran los “colaboradores” que trabajan juntos en el “campo” o “edificio” de Dios? (v. 9).
- ¿Qué hacía que Pablo y Apolos fueran iguales ante Dios? (v. 9).
- ¿Cuál es el fundamento de la Iglesia? (v. 11).
- ¿Qué puede ser como oro, plata, piedras preciosas, madera, heno o paja? ¿Cómo? (vs. 12 al 14).
- ¿Qué le ocurre a una persona que edifica las vidas de otros? (vs. 13 al 15).
- ¿Qué hecho importante no habían apreciado los corintios? (v. 16).
- ¿Por qué debemos abandonar la idea de sabiduría que tiene el mundo? (v. 19).
- ¿Por qué debían los corintios dejar de jactarse de los líderes que seguían cada uno de ellos? (vs. 21 y 23).
ANALICE
- ¿Cuál es nuestro papel en la Obra de Dios?
- ¿Qué significa plantar y regar la Palabra de Dios en otros?
- ¿En qué forma plantamos y regamos la Palabra de Dios en otros?
- ¿Cuál es su papel específico en la Obra de Dios?
- ¿En qué formas puede usted plantar y regar la Palabra de Dios en otros?
- ¿Qué oportunidades tiene de plantar y regar la Palabra de Dios en otros?
- ¿En qué forma se parecen la enseñanza y el discipulado a la construcción de un edificio?
- ¿Cómo pueden los esfuerzos de una persona en la enseñanza y el discipulado ser como oro, plata, piedras preciosas, madera, heno o paja?
- ¿En qué formas puede la sabiduría del mundo ejercer su influencia sobre los cristianos?
- ¿Qué significa que un cristiano sea templo de Dios?
- ¿Cómo deberían verse influidas nuestras actitudes y acciones por el hecho de que somos templo del Espíritu Santo?
- ¿Cuáles son algunas de las implicaciones del hecho de que el Espíritu de Dios viva en cada cristiano?
- ¿Cómo podría alguien destruir el templo de Dios?
- ¿En qué formas deben todos los cristianos hacer que otros se enfoquen solamente en Cristo?
- ¿Qué responsabilidades tienen en la edificación de la Iglesia de Dios los cristianos que no son parte del liderazgo formal?
- ¿Qué puede hacer usted para ayudar de alguna manera a edificar la Iglesia?
APLIQUE
- ¿Cuál es una forma en que puede encaminar a Cristo a otra persona?
- ¿En la vida de cuán persona quiere usted edificar la Palabra de Dios? ¿Cómo puede comenzar?