Pastoral 03 de Agosto - Ap. Alberto Magno Sales de Oliveira
¡Convocados al Rescate!
Sabedores de que es el AMOR el motor que mueve todas las cosas en el mundo espiritual y nos habilita a servir con eficiencia a nuestro Señor Jesús, es que desafiamos a todos los que aman al Señor y a nuestra amada Bolivia a que nos unamos como un solo hombre y como un solo corazón en esta tremenda convocatoria que atraerá los milagros de Dios sobre nuestras vidas, familias, nuestra ciudad y en toda la Nación.
Solamente movidos por el amor a nuestro Dios y a nuestra Tierra es que podremos verdaderamente “Desatar Líderes en cada Territorio”. Por lo tanto, la convocatoria es para los amantes de Dios y de su Tierra. La Cita del Rescate habla de lo que está lleno nuestro corazón. Solamente los que aman es que pueden entender del rescate, porque fue el AMOR que movió el corazón del mismo Padre Celestial que, «…de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.» (Juan 3:16).
Nos reuniremos una vez más en SONILUM para la fiesta del Rescate de la Nación. Estaremos recibiendo de muchas partes de Bolivia y desde afuera los que el Espíritu Santo de Dios los traiga para este tiempo profético de conquistas en el mundo espiritual. Para más allá de las circunstancias y de la realidad de los días presentes, nos reuniremos para anunciar lo nuevo de Dios para nuestra Tierra y, por ende, para nuestras familias y nuestras vidas en lo particular.
Es tiempo para saturar los “cielos más puros de América” con la dulce canción de la “tórtola”. Porque “Porque he aquí ha pasado el invierno, se ha mudado, la lluvia se fue; se han mostrado las flores en la tierra, el tiempo de la canción ha venido, y en nuestro país se ha oído la voz de la tórtola”. (Cantar de los Cantares 2:11-12). Es el mover del Espíritu Santo de Dios en nuestra Bolivia que está obrando el cambio en los corazones de millares en nuestro territorio, disponiendo una Iglesia nueva en cada rincón de nuestro país.
Desde que empezamos los ayunos por el rescate de la Nación, lo que venimos haciendo desde el pasado Congreso de Rescate, que se oye una nueva canción de Pando a Tarija y de La Paz a Santa Cruz. Como nunca hemos conseguido unirnos en ayuno y oración los nueve departamentos de Bolivia. Alabamos al Señor por este derramar de intercesión que se ha culminado en la Toma del Territorio del pasado 30 de julio, cuando en unísono pudimos invadir nuestras ciudades con el Acto Profético que antecedió a nuestro XX Congreso de Rescate de la Nación.
Desde ya, saludamos y recibimos con amor y expectativas a todos los amados congresistas de nuestro actual Congreso de Rescate, donde seremos desafiados a “Desatar Líderes en cada Territorio”. No hay otra forma de conquista o de rescate de la Nación sino por los métodos del Redentor que nos demandó “ir y hacer discípulos a todas las naciones, bautizándolos y enseñándoles todas las cosas que Él nos ha mandado” (Mateo 28:19-20).
¡Es tiempo de rescate! ¡Es tiempo de conquista! ¡Es tiempo de levantar líderes en cada rincón de nuestra Bolivia con el carácter y la vida del Señor Jesús! No hay reto más grande y no hay privilegio más sublime que el que hemos recibido de parte del Maestro de nuestras vidas. Y todos somos llamados a responder con fidelidad las demandas que Él nos presenta.
Que éste no sea un Congreso más, más que sea “el Congreso” que definirá el rumbo de nuestras vidas, familias y ministerios. Y más, definirá el rumbo de nuestra Nación. Para eso hemos sido convocados y nos presentaremos en obediencia y fe para recibir los encargos del Señor Jesús y verlos manifestados en cada uno de nuestros territorios.
Parafraseando Isaías 62:1, 6-7, diríamos: “Por amor a Bolivia no callaré y por amor de mi Nación no descansaré, hasta que salga como un resplandor su justicia y su salvación se encienda como una antorcha. Sobre tus muros, Bolivia, he puesto guardas que no callarán ni de día ni de noche. ¡Los que os acordáis de Jehová, no descanséis ni le deis tregua, hasta que restablezca a Bolivia y la ponga por alabanza en la tierra!”
En el Amor del Señor y en la Lucha por el Reino, Alberto Magno y Gladys de Sales, sus pastores.