Pastoral 16 NOVIEMBRE 2025

Mientras nuestros están en su Campamento Juvenil de este año y están disfrutando de un tiempo de refrigerio espiritual y encontró con Dios, también nos gustaría pensar, como lo hicimos con ellos, en las razones porqué caen muchos cristianos en su vida espiritual.

Nuestro Señor Jesús nos dice en Juan 10:10 que Él vino a dar vida y vida en abundancia, pero son muchos los cristianos que nos disfrutan de esta experiencia espiritual con Él. La triste realidad es que muchos de los que frecuentan el Campamento del Señor repiten dolorosamente la experiencia del pueblo de Israel a lo largo de su historia.

El apóstol Pablo nos advierte que “estas cosas les acontecieron como ejemplo y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos” (v. 11). Entonces, hay ejemplo y podemos aprender ellos. Por lo tanto, al examinar la historia del pueblo de Dios, podemos considerar algunos puntos importantes de esta situación difícil que atravesamos los cristianos hoy día.

En primer lugar, muchos cristianos caen porque se consideran intocables. Nadie les puede decir absolutamente nada, pues no aceptan consejos ni corrección. Su orgullo los hace creer que están correctos en su accionar y que se bastan a sí solos. ¡Qué engaño más grande! Todos nos necesitamos los unos a los otros y fuimos puestos en el Cuerpo de Cristo para edificarnos, respaldarnos y ayudarnos mutuamente. Aquel que se considera intocable es el más propenso a resbalar o tropezar en los caminos de la vida. Nuestro Señor Jesús nos enseña otro camino: “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.” (Mateo 11:29). Si tan solamente fuéramos discípulos del Señor Jesús, sabríamos depender de nuestros hermanos mayores en la fe, de nuestros líderes y pastores y hallaríamos descanso y no tropiezo.

En segundo lugar, porque no abandonan sus pecados antiguos. Se olvidan que están viviendo la Nueva Vida en Cristo Jesús. El apóstol no dice claramente: “De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. (1 Corintios 5:17). La realidad de la nueva vida en Cristo tendrá que ser evidente en cada uno de nosotros. Muchas veces no queremos abandonar los círculos de amigos del pasado, permitiendo que seamos arrastrados a la vieja vida. El apóstol Pablo afirma: “No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres”. (1 Corintios 15:33).

En tercer lugar, porque no piden ayuda. Más una vez, el sentirnos autosuficientes, nos hace caer en las trampas de nuestro enemigo, pues no acudimos a nadie por consejo, orientación o ayuda. En Hebreos 13:17 leemos: “Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso”. Tenemos un grande recurso a nuestra disposición: los líderes que Dios ha puesto para ayudarnos en el Camino. Ninguno de ellos está ahí para figurar apenas o por posición. Todos estamos en el mismo Camino y debemos apoyarnos mutuamente. Es sabio acudir con corazón sincero y oír la sabia guía de hombres y mujeres de Dios. Esto nos librará de muchas penas.

En cuarto lugar, no buscan la salida que Dios ofrece. En nuestro texto inicial leemos: “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”. (1 Corintios 10:13). ¡Qué maravilloso es saber esta verdad! Dios está a nuestro lado en la tentación, mostrándonos la salida para que podamos tomarla y ser librados de la tentación. Nuestro Señor Jesús nos dijo que debemos pedir al Padre: “Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal.” (Mateo 6:13a). Dios nos quiere ayudar, pero muchos cristianos no buscan la salida que Dios ofrece en cada tentación y prefiere caer en ella.

Que la Mano del Señor nos ayude a comprender la importancia de este tema y seamos capaces de, como el Maestro delante de la tentación en el desierto, prevalecer en contra del enemigo de nuestras almas, tal como recomienda el apóstol Pablo en Efesios 6:13 – “Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes”.

En el Amor del Señor y en la Lucha por el Reino, Alberto Magno y Gladys de Sales, sus pastores.