¡El Regalo que Dios Continúa Ofreciendo! – Parte 1

Juan 6:28-35

    “²⁸Entonces le preguntaron: — ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? ²⁹Respondió Jesús y les dijo: — Esta es la obra de Dios, que creáis en aquel que él ha enviado. ³⁰Entonces le dijeron: — ¿Qué señal, pues, haces tú, para que veamos y te creamos? ¿Qué obra haces? ³¹Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: “Les dio a comer pan del cielo”. ³²Y Jesús les dijo: —De cierto, de cierto os digo: Moisés no os dio el pan del cielo, pero mi Padre os da el verdadero pan del cielo, ³³porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.

³⁴Le dijeron: —Señor, danos siempre este pan. ³⁵Jesús les respondió:

— Yo soy el pan de vida. El que a mí viene nunca tendrá hambre, y el que en mí cree no tendrá sed jamás.” 

Juan 6:32-35

Cuando recibes a Jesús como Señor y Salvador, Él realmente viene a vivir en tu ser por medio de Su Santo Espíritu. “Cristo en vosotros, esperanza de gloria” (Colosenses 1:27). “Vive Cristo en mi” (Gálatas 2:20). Si tú has recibido a Jesús, agradécele en oración por Su Vida en tu vida, pues Jesús es el regalo eterno que Dios nunca cesa de entregarnos.

1. La Nueva Vida en Cristo.

“De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17).

1. Según este versículo; ¿dónde estamos nosotros a partir del momento que recibimos a Jesús como nuestro Señor y Salvador?
2. ¿Cómo se nos llama a partir de entonces?
3. ¿Qué nos dice Dios con respecto a nuestro pasado?
4. Y ¿cómo nos ve Dios en Cristo Jesús?

La expresión “en Cristo” es usada 163 veces en el Nuevo Testamento por el apóstol Pablo. En el momento en que entregaste tu vida a Cristo, Él entró en ti, y tú fuiste puesto en Él. A esto se le llama “comunión con Cristo”, pues pasas a ser parte del Cuerpo de Cristo.

2. Los Nombres Especiales de Jesús (que suplen nuestras necesidades).

Cuando Jesús viene a vivir en ti, Él viene con todos sus propios atributos y puede, por tanto, suplir tus necesidades particulares. En el evangelio de Juan, Jesús se presenta a Si mismo usando el Nombre de Dios del Antiguo Testamento: “YO SOY”. Aprendamos algunos de ellos:

1. Yo soy el Pan de Vida
   • Según el texto de Juan 6:28-35, ¿a quién envió Dios para que supliera nuestras necesidades diarias?
   • ¿Qué es lo que el “Pan de Dios” le da gratuitamente a todo el mundo según Juan 6:33?
   • ¿Qué promete Jesús al que viene y cree a Él, según Juan 6:35?

1. Yo soy la Luz del Mundo
   • ¿Cómo se presenta Jesús en Juan 8:12? “Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”.
   • Indiquemos, ahora, tres razones por las cuales necesitamos luz cada día.

Lo cierto es que necesitamos luz para nuestros ojos y luz para nuestras mentes a fin de que podamos discernir entre el bien y el mal. “La exposición de tus palabras alumbra; hace entender a los sencillos.” (Salmo 119:130). Jesús quiere que tú conozcas Su voluntad a través del diario estudio de la Biblia.

1. Yo soy la Puerta
   • Pensemos ahora en tres cosas para las cuales un pastor usaría una puerta con relación a sus ovejas. Juan 10:7-10. Imaginemos cuán difícil sería el trabajo de un pastor sino tuviera una puerta a la entrada del redil.

“7 Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. 8 Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. 9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. 10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”.

• ¿De qué manera necesitas experimentar a Jesús como “la puerta” en tu vida esta semana?

Conclusión

¡Qué preciosa es la vida con Cristo! Alguien dijo que “la vida sin Jesucristo sería una estupidez o una patada en la barriga”. Verdaderamente podemos decir que toda nuestra vida gana sentido cuando Jesús ocupa nuestro ser. Podemos saber nuestro origen, quiénes somos, por qué estamos aquí, para dónde vamos…

Esto significa que, en Cristo, hemos encontrado el propósito de nuestra existencia.

Querido(a) hermano(a), ¿encontró usted el propósito de su vida?