Estudio 42 Cap. 12:37-50

 Estudio del Evangelio de Juan –42

Los Judíos Siguen en su Incredulidad

INTRODUCCIÓN

Nuestro estudio de hoy nos invita a reflexionar con seriedad acerca de nuestra identidad como discípulos de Jesús delante de un mundo ajeno y hostil a las verdades de Su Reino. Nuestro Señor Jesucristo nos amonestó sobre el rechazo y sobre el odio del mundo hacia los Suyos. Pero, no hay poder más grande que pueda vencer a aquel que ha experimentado la nueva vida en Cristo y que se somete al poder del Espíritu Santo para vencer a este mundo y sus asechanzas.

Dejémonos guiar por el Espíritu Santo de Dios para que vivamos una vida de testimonio poderoso delante de todos los que nos rodeen. Así, glorificaremos a nuestro Señor Jesús en los días de nuestra existencia en la Tierra.

Juan 12:37-50.

 “ ³⁷Pero a pesar de que había hecho tantas señales delante de ellos, no creían en él, ³⁸para que se cumpliera la palabra del profeta Isaías, que dijo: «Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y a quién se ha revelado el brazo del Señor?». ³⁹Por esto no podían creer, porque también dijo Isaías:     ⁴⁰«Cegó los ojos de ellos y endureció su corazón, para que no vean con los ojos, ni entiendan con el corazón, ni se conviertan, y yo los sane». ⁴¹Isaías dijo esto cuando vio su gloria, y habló acerca de él. ⁴²A pesar de eso, muchos, incluso de los gobernantes, creyeron en él, pero no lo confesaban por temor a los fariseos, para no ser expulsados de la sinagoga, ⁴³porque amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios. ⁴⁴Jesús clamó y dijo: «El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió; ⁴⁵y el que me ve, ve al que me envió. ⁴⁶Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas. ⁴⁷Al que oye mis palabras y no las guarda, yo no lo juzgo, porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. ⁴⁸El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue: la palabra que he hablado, ella lo juzgará en el día final. ⁴⁹Yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre, que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir y de lo que he de hablar. ⁵⁰Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho».”

Temas: Aceptación, Creer, Disciplina, Dureza de corazón, Fe, Incrédulos, Jesucristo, Juicio, Luz, Milagros, Oscuridad, Palabras, Presión, Presunción grupal, Profecía, Rechazo, Salvación, Seguir, Temor, Vida, Vida eterna.

COMIENCE 

• ¿Por qué las personas buscan la fama y la aceptación de los demás?
• Aparte de Dios, ¿de quién ha tratado usted de lograr amor y aceptación?

EXPLORE

1. ¿Qué efecto tuvieron los milagros de Jesús en los judíos incrédulos? (v. 37).
2. ¿Qué es lo significativo en cuanto a la respuesta de los judíos al ministerio de Jesús? (v. 38).
3. ¿Por qué los judíos del tiempo de Jesús no podían creer en Él? (vs. 39 y 40).
4. ¿Qué dijo Isaías acerca de los judíos de la época de Jesús? (v. 41).
5. ¿Por qué los líderes que sí creyeron en Jesús no confesaban su fe? (vs. 42 y 43).
6. ¿Qué es cierto de cualquier persona que cree en Cristo? (vs. 44 y 45).
7. ¿Por qué vino Jesús al mundo? (v. 46).
8. ¿Qué dijo Jesús de aquel que escucha sus palabras, pero no las obedece? (v. 47).
9. ¿Qué dijo Jesús que condenará a la persona que no acepte Sus palabras? (v. 48).
10. ¿Qué clase de enseñanza nos dio Jesús? (v. 49).
11. ¿Por qué son importantes las palabras de Jesús? (v. 50).

ANALICE

1. ¿Cómo puede la gente ver la obra de Jesús en la vida de otras personas y aún no creer en Él?
2. ¿Qué nos ciega a la verdad espiritual?
3. ¿Cuándo y por qué ha tenido usted temor de confesar su fe en Jesús?
4. ¿Qué consecuencias puede enfrentar un cristiano por confesar públicamente su fe en Jesús?
5. ¿Por qué queremos buscar la alabanza y la aceptación de otras personas, en vez de la alabanza y la aceptación de Dios?
6. ¿De qué clase de tinieblas le ha sacado Jesús?
7. ¿Cómo podemos aceptar y obedecer las palabras de Jesús?                                                                  

APLIQUE

• ¿Ante quién necesita usted confesar su fe en Jesús sin importar las consecuencias? ¿Cuándo puede hacerlo?
• ¿En qué circunstancias personales quiere usted buscar la aceptación de Dios antes que la alabanza de los demás?