Estudio 70 Capítulo 27:13-26

La Tempestad

INTRODUCCIÓN

¿Qué hacer cuando de repente se nos viene una tormenta y nos vemos en aflicción y peligro? Aprenderemos hoy que las circunstancias adversas no nos pueden robar nuestra fe ni hacernos perecer. En la vida del apóstol Pablo esta fue la ocasión en que nos enseñó la importancia de la residencia del Espíritu Santo habitando nuestro espíritu, guiándonos a toda la verdad y protegiendo nuestras vidas del mal.

Que el Espíritu Santo nos ministre en el estudio de hoy a valorar Su presencia y Su poder en nosotros.

HECHOS 27:13-26

“¹³Y como comenzó a soplar una brisa del sur, les pareció que podían continuar el viaje. Entonces levaron anclas y fueron costeando Creta. ¹⁴Pero no mucho después dio contra la nave un viento huracanado llamado Euroclidón. ¹⁵La nave era arrastrada, y al no poder poner proa al viento, nos abandonamos a él y nos dejamos llevar. ¹⁶Después de pasar a sotavento de una pequeña isla llamada Clauda, con dificultad pudimos recoger el esquife. ¹⁷Una vez subido a bordo, usaron de refuerzos para asegurar las amarras de la nave; y por temor de dar en la Sirte, arriaron las velas y quedaron a la deriva. ¹⁸Pero siendo combatidos por una furiosa tempestad, al siguiente día empezaron a deshacerse de la carga, ¹⁹y al tercer día con nuestras propias manos arrojamos los aparejos de la nave. ²⁰Al no aparecer ni sol ni estrellas por muchos días, y acosados por una tempestad no pequeña, ya habíamos perdido toda esperanza de salvarnos. ²¹Entonces Pablo, como hacía ya mucho que no comíamos, puesto en pie en medio de ellos, dijo: — Habría sido por cierto conveniente haberme oído, y no zarpar de Creta tan solo para recibir este perjuicio y pérdida. ²²Pero ahora os exhorto a tener buen ánimo, pues no habrá ninguna pérdida de vida entre vosotros, sino solamente de la nave, ²³pues esta noche ha estado conmigo el ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo, ²⁴y me ha dicho: “Pablo, no temas; es necesario que comparezcas ante César; además, Dios te ha concedido todos los que navegan contigo”. ²⁵Por tanto, tened buen ánimo, porque yo confío en Dios que será así como se me ha dicho. ²⁶Con todo, es necesario que demos en alguna isla.”

TEMAS: ÁNIMO, CORAJE, DESESPERANZA, DIOS, FE,

PERSEVERANCIA, RENDICIÓN, TEMOR.

COMIENCE

• ¿Cuál ha sido la experiencia más aterradora que ha tenido usted en su vida?
• Si una fuerte tormenta se acercara al lugar donde usted vive, ¿qué pudiera hacer para prepararse?
• ¿Qué tan bien actúa usted en una crisis?

EXPLORE

1. ¿De qué manera fue engañada la tripulación del barco por un “viento suave del sur”? (v. 13).
2. ¿De qué manera fue obligado el barco a alejarse de una condición de seguridad?
   (v. 15).
3. ¿Qué efecto tuvo la tempestad sobre el barco? (v. 15).
4. ¿De qué manera fue el Clauda una coyuntura feliz en la tormenta? (v. 16).
5. ¿Qué esfuerzos hicieron los hombres de a bordo para enfrentar la tormenta?
   (vs. 16 al 19).
6. ¿En qué momento las personas de a bordo perdieron las esperanzas? (v. 20).
7. ¿Cuándo les habló Pablo a los demás? (v. 21).
8. ¿De qué manera reprendió Pablo a la tripulación? (v. 21).
9. ¿Qué mensaje de parte de Dios le dio Pablo a la tripulación? (vs. 22 al 26).

• ¿De qué manera preparó Pablo a la tripulación para la mala noticia? (vs. 22 al 26).
• ¿Qué dijo Pablo para animar a todos los que iban a bordo, a pesar de la calamidades que enfrentarían más adelante? (vs. 22 al 26).

ANALICE

1. Una vez que perdieron control del barco y de su situación, ¿cómo cree usted que se sintieron los hombres de a bordo?
2. ¿Qué hace usted cuando las circunstancias escapan de su control?
3. ¿Por qué pudo ofrecer Pablo un mensaje alentador cuando la vida a bordo parecía perdida?
4. De haber estado usted a bordo con Pablo, ¿qué clase de testimonio habría dado durante la tormenta?
5. ¿Qué nos dice este relato en cuanto a Dios?
6. ¿Qué nos dice esta historia en cuanto a los momentos en que nuestras vidas están en peligro?
7. ¿Cómo puede usted estar gozoso a pesar de sus circunstancias¡

APLIQUE

• ¿Cuándo puede usted animar a alguien esta semana?
• ¿De qué manera puede usted recordar, cada día de esta semana, de confiar a Dios el control soberano de su vida?