Estudio 60 Capítulo 21:37-22:31

Hoy estudiaremos la defensa del apóstol Pablo ante la turba que  arremetió contra él. Sus palabras suenan elocuentes y su testimonio muy poderoso. Valdrá la pena dedicar este precioso tiempo en nuestra célula para meditar, una vez más, en la conversión de este tremendo hombre de Dios llamado Saulo de Tarso.

Permitamos ser ministrados por el Santo Espíritu de Dios para que seamos levantados como poderosos testigos de nuestro Señor Jesús.

                                                                                                                            HECHOS 21:37-22:21

“³⁷Cuando estaban a punto de meterlo en la fortaleza, Pablo dijo al comandante:

— ¿Se me permite decirte algo? Y él dijo: — ¿Sabes griego? ³⁸¿No eres tú aquel egipcio que levantó una sedición antes de estos días y sacó al desierto los cuatro mil sicarios? ³⁹Entonces dijo Pablo: — Yo de cierto soy hombre judío de Tarso, ciudadano de una ciudad no insignificante de Cilicia; pero te ruego que me permitas hablar al pueblo. ⁴⁰Cuando él se lo permitió, Pablo, de pie en las gradas, hizo señal con la mano al pueblo. Se hizo un gran silencio, y comenzó a hablar en lengua hebrea, diciendo:

 ¹«Hermanos y padres, oíd ahora mi defensa ante vosotros». ²Al oír que les hablaba en lengua hebrea, guardaron más silencio. Él les dijo: ³«Yo de cierto soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero criado en esta ciudad, instruido a los pies de Gamaliel, estrictamente conforme a la Ley de nuestros padres, celoso de Dios como hoy lo sois todos vosotros. ⁴Perseguía yo este Camino hasta la muerte, prendiendo y entregando en cárceles a hombres y mujeres; ⁵como el Sumo sacerdote también me es testigo, y todos los ancianos, de quienes también recibí cartas para los hermanos, fui a Damasco para traer presos a Jerusalén también a los que estuvieran allí, para que fueran castigados. ⁶»Pero aconteció que yendo yo, al llegar cerca de Damasco, como a mediodía, de repente me rodeó mucha luz del cielo. ⁷Caí al suelo y oí una voz que me decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?”. ⁸Yo entonces respondí: “¿Quién eres, Señor?”. Me dijo: “Yo soy Jesús de Nazaret, a quien tú persigues”. ⁹Los que estaban conmigo vieron a la verdad la luz, y se espantaron, pero no entendieron la voz del que hablaba conmigo. ¹⁰Yo dije: “¿Qué haré, Señor?”. Y el Señor me dijo: “Levántate y vete a Damasco, y allí se te dirá todo lo que está ordenado que hagas”. ¹¹Como yo no veía a causa de aquella luz resplandeciente, llegué a Damasco llevado de la mano por los que estaban conmigo. ¹²»Entonces uno llamado Ananías, hombre piadoso según la Ley, que tenía buen testimonio de todos los judíos que allí habitaban, ¹³vino a mí y, acercándose, me dijo: “Hermano Saulo, recibe la vista”. Y yo en aquella misma hora recobré la vista y lo miré. ¹⁴Él dijo: “El Dios de nuestros padres te ha escogido para que conozcas su voluntad, veas al Justo y oigas la voz de su boca, ¹⁵porque serás testigo suyo ante todos los hombres, de lo que has visto y oído. ¹⁶Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate, bautízate y lava tus pecados invocando su nombre”. ¹⁷»Volví a Jerusalén, y mientras estaba orando en el Templo me sobrevino un éxtasis. ¹⁸Vi al Señor, que me decía: “Date prisa y sal prontamente de Jerusalén, porque no recibirán tu testimonio acerca de mí”. ¹⁹Yo dije: “Señor, ellos saben que yo encarcelaba y azotaba en todas las sinagogas a los que creían en ti; ²⁰y cuando se derramaba la sangre de Esteban, tu testigo, yo mismo también estaba presente y consentía en su muerte, y guardaba las ropas de los que lo mataban”. ²¹Pero me dijo: “Ve, porque yo te enviaré lejos, a los gentiles”».

TEMAS: CEGUERA, CELO, CRISTIANISMO, DIOS, GENTE,

INSTRUCCIONES, JESUCRISTO, LUZ, PECADO, SALVACIÓN, TESTIMONIO.

COMIENCE

• ¿Qué logros personales han sido de más satisfacción para usted?
• ¿Qué tiene usted en común con un amigo, un compañero de trabajo, o un vecino?
• Si usted le contara la historia de su vida a un grupo de amigos, ¿qué les sorprendería más?

EXPLORE

1. ¿Qué preguntó Pablo cuando se disponían a llevárselo? (v. 37).
2. ¿Por qué le sorprendió al comandante que Pablo pudiera hablar en griego? (v. 38).
3. ¿Qué dijo Pablo en cuanto a su origen? (v. 39).
4. ¿Qué pidió Pablo? (v. 39).
5. ¿Qué idioma utilizó Pablo para dirigirse a la multitud? (v. 40).
6. ¿Cómo se dirigió Pablo a sus oyentes? (v. 1).
7. ¿Qué hizo que la multitud se calmara? (v. 2).
8. ¿Qué dijo Pablo acerca de su crianza y preparación? ( 3).
9. ¿Cómo era Pablo antes de su conversión? (vs. 4 y 5).

• ¿Cómo fue convertido Pablo a Cristo? (vs. 6 al 9).
• ¿Cómo se enteró Pablo de la naturaleza de su futuro ministerio? (vs. 10 al 16).
• ¿Quién era Ananías? (v. 12).
• ¿Por qué Pablo salió de Jerusalén? (vs. 17 y 18).
• ¿Qué probó la respuesta de Pablo al Señor? (vs. 19 y 20).
• ¿Qué le dijo el Señor a Pablo que hiciera? (v. 21).

ANALICE

1. ¿Por qué cree usted que Pablo contó su propia historia en vez de predicar un sermón?
2. ¿Cuándo es útil compartir nuestras experiencias personales con los demás?
3. ¿De qué manera mostró Pablo respeto a sus oyentes?
4. ¿Por qué es importante ser amable y respetuoso con los demás?
5. ¿Cómo podemos mostrar respeto por las personas a nuestro alrededor?
6. ¿Qué le dio credibilidad a Pablo ante sus oyentes?
7. ¿Cómo puede un creyente tener credibilidad entre los no creyentes?
8. ¿Qué cosas puede usted hacer para tener credibilidad ante sus amigos y compañeros de trabajo?
9. ¿De qué manera se rebeló Pablo contra el Señor?
10. ¿Cuándo se ha rebelado usted contra el Señor?
11. ¿De qué manera ha sido usted sorprendido recientemente por la actividad del Señor en su vida?
12. ¿A qué clase de servicio le ha llamado Dios?
13. ¿Cómo nos dirige Dios?
14. ¿De qué manera pudiera usted soportar pruebas por amor a Cristo?
15. ¿Cómo puede ayudarle su nacionalidad a compartir el mensaje de Cristo con otros?

APLIQUE

• ¿Qué palabras, gestos o prácticas puede usted utilizar para mostrar respeto en su comunicación con los demás?
• ¿Con quién puede usted compartir esta semana su historia personal de fe?