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Pastoral 02 MARZO 2025

Pastoral 02 de Marzo - Ap. Alberto Magno Sales de Oliveira

¡Levantando Líderes en el Desierto!

“Como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías, que dice: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor; enderezad sus sendas. Todo valle se rellenará, y se bajará todo monte y collado; los caminos torcidos serán enderezados, y los caminos ásperos allanados; Y verá toda carne la salvación de Dios. Y decía a las multitudes que salían para ser bautizadas por él: ¡Oh generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no comencéis a decir dentro de vosotros mismos: Tenemos a Abraham por padre; porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras. Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto se corta y se echa en el fuego. Y la gente le preguntaba, diciendo:

Entonces, ¿qué haremos? Y respondiendo, les dijo: El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo. Vinieron también unos publicanos para ser bautizados, y le dijeron: Maestro, ¿qué haremos? Él les dijo: No exijáis más de lo que os está ordenado. También le preguntaron unos soldados, diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y les dijo: No hagáis extorsión a nadie, ni calumniéis; y contentaos con vuestro salario. Como el pueblo estaba en expectativa, preguntándose todos en sus corazones si acaso Juan sería el Cristo, respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. Su aventador está en su mano, y limpiará su era, y recogerá el trigo en su granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará”.

Lucas 3:4-17

 

 

¡Qué texto más extraordinario acerca de la misión de Juan el Bautista! Lo encontramos aquí en total obediencia a Aquel que le comisionó para ser “la voz del que clamaba en el desierto”.

 

En las palabras del Mesías Jesús nadie fue más grande que él de entre los nacidos de mujer, pero que el más pequeño en el Reino de Dios es mayor que él (Lucas 7:28). Su vida y su ministerio fueron muy fugaces, pero las huellas que dejó aún tienen repercusión en la vida de millares y millares de cristianos.

 

Pero, lo que más nos llama la atención es que Juan es usado por Dios para producir un avivamiento espiritual en pleno desierto de Judea. Lejos de cualquier centro religioso (Jersusalén) o de las rutas comerciales (Cesarea, la marítima o Capernaún), lo vemos siendo usado por Dios para atraer las multitudes que acudían a él de lugares distintos. Marcos 1:5 nos dice: “Y salían a él toda la provincia de Judea, y todos los de Jerusalén; y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados”.

 

Lejos de los aplausos de los acostumbrados con la religión y de los ruidosos conciertos musicales y de las plateas abarrotadas de espectadores curiosos, lo vamos a encontrar moviendo el mundo espiritual en pleno desierto. Quizás el lugar menos apropiado para que ocurriera un avivamiento y despertar espiritual. Pero, fue justamente allí que Dios decidió usarlo para levantar líderes en su territorio. Lo hizo con tal sentido de obediencia hasta que vio manifestado el Líder mayor de la historia de la humanidad. “También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él. Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo. Y yo le vi, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios. (Juan 1:32-34).

 

Donde menos se podía esperar fue que Dios levantó al Líder de líderes, a Su amado Hijo, Jesucristo. Por lo tanto, no hay territorio que impida el fluir del poder de Dios para suscitar líderes de excelencia en el Reino de Dios.

 

El reto de este 2025 para todos y cada uno de nosotros es hacer prevalecer la promesa de Aquel que nos garantizó que estaría con nosotros todos los días hasta el fin del mundo (Mateo 28:20). Y si Él está con nosotros, también nos capacitará y nos ayudará a forjar discípulos y líderes en los ambientes más inhóspitos en los que vivamos. Basta que le seamos fieles y con fe en Sus promesas veamos el desatar de un liderazgo sin precedentes en las obras de nuestras manos.

 

En el Amor del Señor y en la Lucha por el Reino, Alberto Magno y Gladys de Sales, sus pastores.