Pastoral 07 de Mayo - Ap. Alberto Magno Sales de Oliveira
¿Para Qué Deben Existir las Células?
Las Células existen principalmente para que cumplan el propósito eterno de Dios, que es el de tener una familia de hijos semejantes a Jesús. Pero, para eso, es necesario que todos, en especial el Líder de la Macrocélula, el líder de la Célula y su asistente conozcan muy bien este propósito, llevando no solamente la Célula, mas a toda la Iglesia en dirección a su realización.
El Proyecto de Dios para la familia dice respecto a comunión, vínculos, relaciones y compromiso los unos con los otros. “Muchos hijos” nos habla del crecimiento numérico de la Célula. Nos habla del evangelismo y de la salvación de las almas, etc. “Semejantes a Jesús” dice respecto al crecimiento espiritual, a la madurez, la edificación, el cuidado y al pastoreo del rebaño.
Tener a una Iglesia en estos moldes debe ser el blanco de todo buen pastor, porque fue así que el Señor Jesús implantó Su Iglesia. Para nosotros no es tan fácil visualizar cómo era el cristianismo primitivo. Ciertamente era muy distinto del cristianismo que conocemos en la actualidad. No había edificios bonitos, no había seminarios teológicos ni facultades cristianas. No había Escuela de Líderes, sabatinas o dominicales, tampoco había coros o bandas musicales… No es que todo eso sea errado, sin embargo, el cristianismo primitivo, aunque también se reunía en las sinagogas judías, su énfasis estaba en las pequeñas células de cristianos que compartían su vida en Cristo, testificaban de la salvación y vivían en comunión.
¿Qué es una Célula?
La mejor manera de entender lo que es una célula es saber lo que no es una célula. Las células no son un programa más de la Iglesia, ni un culto familiar, ni un nuevo estilo de vida moderno adoptado por la Iglesia. La Visión de las Células no es el fin, pero es el medio a través del cual la Iglesia Local puede alcanzar sus blancos.
Veremos algunos tipos de reuniones que no son una reunión de Célula. Pero, de entrada, no estamos queriendo decir que estar reuniones no sean una bendición, o que no deben ser realizadas; por lo contrario, pueden existir, pero no generan el propósito de las Células. Veamos algunas de estas reuniones que han fallado como células.
- Grupos de Oración – Está claro que toda Célula necesita tener oración como parte de su estructura, mas eso es el fruto de los creyentes que están creciendo espiritualmente y practicando la vida cristiana. Más que oración, hay otras cosas necesarias para la edificación.
Los grupos de oración generalmente comienzan con una explosión en la Iglesia. Muchos van bien al inicio, pero por no haber edificación, el compromiso y la perseverancia no se hacen presentes y luego estos grupos se quedan con una o dos personas.
- Grupos de Estudio Bíblico – Estos grupos pueden tratar de temas o cosas profundas, pero superficialmente. Están preocupados en generar conocimiento, mas muchas veces sin que hay confrontación del individuo.
Dentro de la Células los cristianos necesitan estudiar la Biblia y dejar que ella confronte nuestras vidas. Es la Palabra de Dios que nos trae al Salvador.
- Grupos de Terapia – En estos grupos las reuniones están enfocadas en el ser humano. Son muy introspectivas. Generalmente usan herramientas de la Psicología, dejando a un lado la Palabra de Dios, utilizando prácticas o principios que no están inseridos en la revelación de Dios.
- Grupos Auto-centrados – Son aquellos donde las personas no tienen compromiso con los demás, ni con el liderazgo. Generalmente las personas acuden a estos grupos pensando en recibir algo. ¿Qué es lo que ocurre a estos grupos? Están en el grupo por aquello que “pueden conseguir”. Cuando sus necesidades no son suplidas, se van y no aparecen más.
- Grupo Exclusivo – Es aquel donde las personas tienen temor a nuevas realidades. Hay celos entre miembros antiguos y los nuevos. No hay el deseo sincero por desarrollar relaciones transparentes y de expandir el círculo de amistad. Ellos dicen: “nosotros cuatro y nadie más”.
Dejemos que el Espíritu de Dios aclare más y más el espíritu de la Visión Celular en el Modelo de los Doce.
En el Amor del Señor y en la Lucha por el Reino, Alberto Magno y Gladys de Sales, sus pastores.