Pastoral 12 ENERO 2025

¡Qué Año tremendo será este 2025 – “Año para Desatar Líderes en Cada Territorio!” Tremendo por los desafíos que se presentan delante de nosotros y tremendo por la fe que demanda de cada uno de nosotros, pues frente a las problemáticas del mundo de hoy necesitaremos ejercer verdaderamente nuestra confianza en el Dios Eterno Todopoderoso, Señor sobre nuestras vidas. Más aún cuando tenemos el desafío de la Construcción de nuestro Templo por delante, un reto que se nos presenta como algo difícil y complicado para la realidad presente, pero tal como el Señor envió a decir a Zorobabel, constructor del Segundo Templo de Jerusalén, nosotros nos levantamos para proclamar: “No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos”. Zacarías 4:6.

Despegamos este Nuevo Año en la historia de nuestras vidas, proclamando el señorío de Cristo Jesús y Su dirección en todas y cada una de las áreas de nuestro vivir diario, confesando que somos una Nación bendecida por la visitación del Espíritu Santo de Dios, tal como nos dice Cantares 2:12: “…en la tierra, el tiempo de la canción ha venido, y en nuestro país se ha oído la voz de la tórtola”. Con esta confianza presentamos los decretos para el segundo trimestre del año:

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ABRIL

Disolveré el consejo del mal y los que cometen injusticia serán castigados por Mí. ¡Ay de los que oprimen a los pobres y son malvados con los justos, los castigaré ejemplarmente! Sí, lo haré, como buen juez que no acepta la iniquidad ni se alegra de la injusticia. Habrá miedo cuando actúe, incluso los poderosos caerán de rodillas de miedo y el sonido de la voz de la injusticia desaparecerá. Quitaré a los fuertes del lugar alto y los que tenían el poder ya no servirán más.

“El Señor quebranta el consejo de los gentiles, quebranta las intenciones del pueblo. El consejo de Jehová permanece para siempre; las intenciones de vuestro corazón de generación en generación. Bienaventurada la nación cuyo Dios es el SEÑOR, y el pueblo que él ha elegido como herencia suya. El Señor mira desde el cielo y ve a todos los hijos de los hombres. Desde el lugar de su morada contempla a todos los habitantes de la tierra”.

Salmo 33:10-14

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MAYO

Desde el lugar alto – donde los malvados no entran, desde Mi Trono – el lugar donde los malvados no entran, gritaré y haré temblar la Tierra. Todos sabrán que Yo Soy el Señor y fuera de Mí, ¿quién podrá reinar sobre la Tierra? ¿Es el hombre Dios por casualidad? ¿Hay algún justo que conozca todos Mis planes y algún sabio que interprete lo que hay en mi corazón? Levantaré un pueblo que Me conoce y alinearé sus corazones con Mis pensamientos. La tierra sabrá que Yo Soy el Señor y los que caminan en Mi presencia vivirán por Mí.

“Y se dirá: Despejen, despejen el camino, preparen el camino; Quitad los obstáculos del camino de mi pueblo. Porque así dice el Alto y Altísimo, que habita en la eternidad, y cuyo nombre es Santo: Yo habito en un lugar alto y santo; así como con el contrito y humilde de espíritu, para avivar el espíritu de los humildes y avivar el corazón de los contritos”.

Isaías 57:14,15

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JUNIO

¿Te fallé de alguna manera y de alguna manera no magnifiqué Mi Santo Nombre en tu vida? Haré reparación entre Mí y el hombre mortal, y mostraré Mi gloria en este tiempo, porque supliré las necesidades de los hambrientos y soy Yo quien juzga la causa de los oprimidos. Haré un milagro en vuestras vidas y todos quedarán asombrados de Mis milagros. Hasta el necio se entregará a Mí, y el sabio reconocerá que fuera de Mí no hay otro Dios. Si Mi pueblo se entrega a Mis principios y no niega Mi Santo Nombre, los mantendré en Mi Santo monte y nadie los avergonzará en la tierra de los vivientes, y mostraré una señal clara de que Yo Soy el Señor, el Santo de Israel es Mi Nombre.

“Yo soy el SEÑOR, y no hay otro; Fuera de mí no hay Dios; Yo te ceñiré, aunque no me conozcas; para que se sepa desde la salida del sol y desde la puesta del sol, que no hay otro fuera de mí; Yo soy el Señor y no hay otro”. Isaías 45:5-6

En el Amor del Señor y en la Lucha por el Reino, Alberto Magno y Gladys de Sales, sus pastores.