Pastoral 13 de Julio - Ap. Alberto Magno Sales de Oliveira
¡Preparándonos para el Congreso de Rescate!
El desafío que tenemos por delante es para que vivamos intensamente los días proféticos que se avecinan, pues nuestro Dios estará “congregando a sus “fuertes” y juntándoles de varios Departamentos de Bolivia y de varias naciones a que abramos nuestra boca profética y en unidad proclamar el despertar de la Iglesia de Cristo para una conquista sobrenatural en todos los aspectos de nuestras vidas.
“DESATANDO LÍDERES EN CADA TERRITORIO” – es el lema de nuestro Congreso en este 2025 y, desde Santa Cruz de la Sierra estaremos decretando a los cuatro cantos de nuestra Nación que Cristo está suscitando en cada rincón de nuestro país los hombres y mujeres que haremos la diferencia en nuestra generación. En este año en particular, cuando nos preparamos para poner nuevos líderes en posición de eminencia sobre todos los que hacemos Bolivia, el Espíritu de Dios no se ha quedado atrás sin saber qué hacer. Por lo contrario, Él mismo está suscitando en cada Departamento de nuestra tierra “los líderes” que marcarán destino y conquista para este tiempo presente.
Una vez más, esta cita anual del Rescate de la Nación nos impulsa a ser protagonistas del cambio que quiere el Señor realizar en nuestra Nación. Apóstoles, pastores, Líderes de Células y discípulos en general nos presentaremos para este tiempo de conquista, protagonismo, beligerancia y unidad.
En Joel 2:11-18 leemos: “Y Jehová dará su orden delante de su ejército; porque muy grande es su campamento; fuerte es el que ejecuta su orden; porque grande es el día de Jehová, y muy terrible; ¿quién podrá soportarlo? Por eso pues, ahora, dice Jehová, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento. Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a Jehová vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo. ¿Quién sabe si volverá y se arrepentirá y dejará bendición tras de él, esto es, ofrenda y libación para Jehová vuestro Dios? Tocad trompeta en Sion, proclamad ayuno, convocad asamblea. Reunid al pueblo, santificad la reunión, juntad a los ancianos, congregad a los niños y a los que maman, salga de su cámara el novio, y de su tálamo la novia. Entre la entrada y el altar lloren los sacerdotes ministros de Jehová, y digan: Perdona, oh Jehová, a tu pueblo, y no entregues al oprobio tu heredad, para que las naciones se enseñoreen de ella. ¿Por qué han de decir entre los pueblos: Dónde está su Dios? Y Jehová, solícito por su tierra, perdonará a su pueblo.”
Los vientos de Dios están soplando sobre nuestra Bolivia trayendo el refrigerio necesario para que enfrentemos los desafíos de nuestra generación (Hechos 3:19). No nos olvidemos de que “Jehová, solícito por su tierra, perdonará a su pueblo, nos saciará de pan, mosto y aceite, y nunca más nos pondrá en oprobio entre las naciones”. Él quiere usar a todos y cada uno de Sus hijos para que hagamos la diferencia en cada territorio donde nos plantó y que seamos sus instrumentos poderosos a atraer Su Gloria y Su Presencia sobre nuestra Tierra.
Somos el ejército de Jehová y pertenecemos a Su muy grande Campamento y estamos listos para ejecutar Sus órdenes. Además, hemos oído el sonar de Su trompeta y acudimos a la convocatoria a Su Santa Asamblea de ancianos, de niños, de los que maman, de novios y novias. Contamos también con los sacerdotes ministros de Jehová para que todos digamos a Jehová: “Perdona a tu pueblo y no entregues al oprobio tu heredad, para que las naciones se enseñoreen de ella”.
Por eso, en obediencia al llamamiento del Eterno, nos convertirnos a Él con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento, rasgando nuestro corazón, y no vuestros vestidos; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo. Y Jehová, solícito por nuestra Tierra, nos perdonará a su pueblo y sanará nuestra tierra (2 Crónicas 7:14).
¡Bendita oportunidad ésta de ser partícipes este Mover especial del Espíritu de Dios sobre nuestra Nación!
En el Amor del Señor y en la Lucha por el Reino, Alberto Magno y Gladys de Sales, sus pastores.