Pastoral 20 de Julio - Ap. Alberto Magno Sales de Oliveira
¡Asumiendo el Rescate de Nuestra Nación!
Nuestro Dios está sacudiendo a las naciones de la Tierra. De manera dramática vemos delante de nuestros ojos cómo suceden cosas impensadas e increíbles. En el año 2001, uno de los símbolos del mundo occidental, el World Trade Center de Nueva York se convirtió en una montaña de escombros, después de un ataque terrorista perpetrado por extremistas islámicos. Miles murieron entre los hierros retorcidos. En unos minutos, todo lo que nos pareció seguro e inconmovible se transformó, fue sacudido.
En enero del 2022 hemos contemplado el desaparecimiento de una isla, luego de la erupción volcánica más impresionante de los últimos tiempos. En el año 2023 se repitió para Israel la historia del holocausto nazi: el mayor ataque terrorista perpetrado por Hamás contra civiles israelíes. Desde entonces, se ha desatado una guerra entre Israel y la facción terrorista que es respaldada por varias naciones de la Tierra y en connivencia con la ONU.
Nuestra Bolivia experimenta uno de los momentos más difíciles y el futuro de nuestro país está cada vez más sombrío si las cosas permanecen como están. Es por eso que un Congreso de Rescate de la Nación se vuelve cada vez más relevante y necesario. Como pueblo de Dios en nuestro territorio tenemos que unir nuestras manos y nuestras voces en un clamor ante el Trono del Todopoderoso, asumiendo nuestro protagonismo en el mundo espiritual, sabiendo que fuimos llamados a “desatar líderes en cada territorio”; lo que no será por la fuerza, ni por ejército, más por el Espíritu del Señor.
Es tiempo para que nos preguntemos como Iglesia de Cristo: ¿reconocemos las señales de los tiempos? ¿Estamos dispuestos a responder afirmativamente al llamamiento a una beligerancia en la oración guerrera y al ayuno por el rescate de nuestra Nación, a fin de que el Todopoderoso la cambie y la sane de todo mal? Si respondemos afirmativamente a estas preguntas estaremos en condiciones de asumir la estrategia de conquista de nuestro territorio para el Reino de Dios. Y esta es tarea para toda la Iglesia del Señor Jesús en cada rincón de nuestra Bolivia, una Iglesia que discierne las señales de los tiempos y decide poner a un lado nuestras las barreras denominaciones, nuestros prejuicios e intereses particulares, a fin de que podamos ser instrumentos poderosos en las Manos del Eterno en nuestra generación y para este cometido.
Dios quiere llenar Bolivia de hijos Suyos. Hijos que saturen los aires de Bolivia con incienso de clamor e intercesión, pues solamente de esta manera se destruirá la nube de tinieblas que cubre al país, y únicamente así la Luz del Señor Jesús se abrirá camino.
Estamos por cumplir 200 años de gesta libertaria en nuestra Nación y decretamos que el Mover del Espíritu Santo nos alcanza y que la promesa del derramamiento del Espíritu sobre toda carne será visto en cada rincón de nuestro país. El Shofar de Dios ya se hace sonar y nos convoca a reunirnos en Santa Asamblea donde trazaremos los destinos de nuestra Nación.
Como el profeta Ezequiel ante la visión de los huesos secos, recibimos los comandos del Eterno para profetizar “…al espíritu, y decir al espíritu: Así ha dicho Jehová el Señor: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre nuestra Bolivia y ella vivirá” (Ezequiel 37:9). De Cantares 2:10-12 levantamos la canción: “Mi amado habló, y me dijo: Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven. Porque he aquí ha pasado el invierno, se ha mudado, la lluvia se fue; se han mostrado las flores en la tierra, el tiempo de la canción ha venido, y en nuestro país se ha oído la voz de la tórtola”.
Que el Espíritu Santo de Dios nos haga avanzar con la convicción de que es solamente por Él que el Rescate de nuestra Nación es posible.
En el Amor del Señor y en la Lucha por el Reino, Alberto Magno y Gladys de Sales, sus pastores.