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Pastoral 22 DICIEMBRE 2024

Pastoral 22 de Diciembre - Ap. Alberto Magno Sales de Oliveira

¡Celebremos con Alegría la Fiesta del Hanukah!

“Se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación. Era invierno, y Jesús andaba en el Templo por el pórtico de Salomón. Lo rodearon los judíos y le dijeron: — ¿Hasta cuándo nos tendrás en suspenso? Si tú eres el Cristo (Mesías), dínoslo abiertamente. Jesús les respondió: — Os lo he dicho, y no creéis. Las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí; pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. Mis ovejas oyen mi voz y yo las conozco, y me siguen; yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.” Juan 10:22-28

Una vez más nos alistamos para celebrar la Fiesta del Hanukkah, siendo ésta nuestra vigésima sexta versión de esta celebración. En todos estos años hemos aprendido mucho del significado y de la bendición que representa para la Iglesia del Señor Jesús el vivir en línea con la experiencia vivida por los judíos al resistir a toda forma de opresión cultural, religiosa y filosófica que fuera impuesta de parte de la dominación griego-siria sobre la nación de Israel.

 

Lo tremendo que aprendemos de esta Fiesta es que la resistencia empezó en una familia sacerdotal que, tomando conciencia de la gravedad y del peligro en que se encontraban, se levantó para expulsar al opresor de Jerusalén y para purificar el Templo de Jerusalén que había estado contaminado y profanado por los enemigos de Dios.

 

Libres del dominio y ocupación greco-siria, los macabeos (así quedó conocida esta familia sacerdotal) dan inicio a la restauración de Jerusalén y la purificación del Templo de Jerusalén. En el día 25 de Quisleu (mes que corresponde en nuestro calendario a noviembre-diciembre), en el año 164 a.C. ellos encabezaron una gran celebración por la re-dedicación del Templo con la consagración de un nuevo altar. El llamado “ner tamid” (fuego eterno) fue nuevamente encendido en la Menorah (candelero) en el Lugar Santo. Pero el aceite de oliva consagrado para quemar en la Menorah era suficiente para mantenerla encendida tan solamente por un día, y llevaría como mínimo una semana prepararse más aceite. Entonces, por milagro de Dios, el Todo Poderoso, el fuego en la Menorah continuó quemando por más 7 días, tiempo necesario para la preparación de nuevo aceite. Este fue el milagro que se dio en estos días, lo que originó en el escenario de la historia y costumbres judías el aparecimiento de candelero de 09 luces (la Hanukkiah, como es llamado), siendo que 08 luces representan los 08 días de este milagro y la novena lámpara (Shamash – siervo) es usada para traer la luz para las demás durante los ocho días de celebración. Es por esta razón que la Fiesta del Hanukah es también llamada de Fiesta de las Luces.

 

Algunos rabinos y autoridades teológicas judías consideran como milagro no solo los ocho días del aceite en la Menorah, mas también la victoria del ejército de los Macabeos sobre el poderoso ejército greco-sirio, pues aquel era compuesto, en su mayoría, por sacerdotes sin experiencia en batallas, en armas o tácticas de guerra. Ellos se refugiaban en los montes y en cavernas alrededor de Jerusalén y atacaban sorpresivamente de noche en diferentes puntos de la ciudad.

 

Desde entonces, los judíos celebran la llamada Fiesta de la Dedicación (o Fiesta del Hanukah) todos los años, durante ocho días, representando los ocho días del milagro del fuego en el Templo. El mayor símbolo es el candelero de nueve velas – la Hanukiah, como es llamado y que significa literalmente “re-dedicación”. En la primera noche del Hanukah, se enciende la vela llamada Shamash y, del fuego de ella, se enciende, cada día, otra vela, siempre de la derecha para la izquierda. Es costumbre judía poner la Hanukiah en la ventana de las casas, de manera que todos puedan verla y recordar el milagro que ocurrió cuando el Templo fue re-dedicado al Señor.

 

Aprovechemos esta ocasión para re-dedicar nuestras vidas al Señor, pues, al llegar el final de este año 2024, somos llamados a una evaluación de lo que fue positivo y de lo que fue negativo en nuestras vidas para que podamos empezar el nuevo año con un nuevo compromiso y con una nueva determinación delante de nuestro Dios, pues el Templo del Espíritu Santo, que somos nosotros, debe estar continuamente siendo consagrado a Él, en santidad y en adoración.

 

Celebremos juntos la Fiesta del Hanukah – 2024, permitiendo que el “León de Judá” reine en cada rincón de nuestro Templo interior que le pertenece por derecho de Alianza y que Su Luz pueda brillar en cada rincón de nuestras almas para gloria del Señor nuestro Dios.

 

En el Amor del Señor y en la Lucha por el Reino, Alberto Magno y Gladys de Sales, sus pastores.