Pastoral 24 de Marzo - Ap. Alberto Magno Sales de Oliveira
21° Congreso Internacional de la Visión Celular
Somos una Iglesia en Células en el Modelo de los Doce. Y, ¿qué tipo de Iglesia estamos edificando? ¿A quién estamos bendiciendo? ¿A quién queremos agradar? ¿A dónde queremos llegar? Muchas indagaciones surgen cuando trabajamos con una iglesia que no tiene objetivos definidos. Infelizmente contemplamos muchas Iglesias trabajando sin propósito, cuyos líderes están preocupados con poder, status, dinero, posición, etc., y por esta causa, no se preocupan con el Señor de la mies ni con el llamamiento que Él nos entregó a cada cristiano, pues están edificando algo personal, humano, una religión, un medio a través del cual buscan alcanzar la propia satisfacción personal.
La Visión de la Iglesia en Células tiene como objetivo edificar la Iglesia local para que pueda alcanzar con excelencia su mayor propósito, que es el de hacer discípulos a todas las naciones (Mateo 28:18-20), tal como Cristo nos ordenó.
Propósito uno – Amar a Dios con todo el corazón.
La palabra que describe este propósito es adoración. La Iglesia existe para adorar a Dios. Cuando expresamos nuestro amor a Dios, Le adoramos. En verdad, nuestra adoración aquí en la Tierra es una preparación para la vida de adoración en la eternidad. La Biblia nos dice: “Al Señor tu Dios adorarás, y a Él sólo servirás.” (Mateo 4:10). Adorar viene antes que servir. Adorar a Dios es el primer propósito de la Iglesia. Algunas veces nos ocupamos en trabajar para Dios y ya no tenemos tiempo para adorarlo.
Propósito dos – Amar al prójimo como a sí mismo.
La palabra que usamos para describir este propósito es ministerio. La Iglesia existe para ministrar a la gente. Ministerio es demostrar el amor de Dios hacia los demás, atendiendo sus necesidades y sanando sus heridas, en el Nombre de Jesús. Cada vez que tocamos la vida de alguien, estamos ministrando a esta persona. La Iglesia debe ministrar a todas las necesidades: espiritual, emocional, física y material. La Iglesia debe preparar a los santos para la Obra del ministerio (Efesios 4:11-12). La propuesta divina es transformar cada miembro del Cuerpo de Cristo en un ministro.
Propósito tres – Ir y hacer discípulos.
Este propósito es llamado evangelismo. La Iglesia existe para comunicar la Palabra de Dios. Somos embajadores de Cristo y nuestra misión es evangelizar al mundo. La palabra “id” en la gran comisión, en el texto griego, debe ser leída como “mientras están yendo” (Mateo 28:19). Es responsabilidad de cada cristiano el comunicar de Cristo, compartiendo las Buenas Nuevas en cualquier lugar donde esté. Evangelismo es más que una responsabilidad, es un gran privilegio. Somos invitados a participar de Su Reino, trayendo personas para la Familia Eterna de Dios. No hay causa más importante a la cual alguien pueda dedicar su vida. Mientras haya una persona en el mundo que no conozca a Cristo, la Iglesia tiene el mandato de seguir creciendo. El crecimiento no es algo opcional. Es una orden de Cristo. No debemos buscar el crecimiento de la Iglesia para nuestro propio beneficio, pero sí, porque Dios quiere que la gente sea salva (1 Timoteo 2:1-6).
Esta semana, pues, estaremos en un Congreso más de la Visión Celular, aprendiendo de los propósitos de una Iglesia en Células en el Modelo de los Doce. Sigamos como protagonistas de este congreso tan importante y que nos da el privilegio de recibir la Iglesia de Jesús que anhela zambullirse en esta visión y unción de conquista, sanidad y multiplicación.
Desde ya, sean todos muy bienvenidos a este tiempo de refrigerio que nos entrega el Señor en 2024, para conocer LA VISIÓN DEL ÉSPÍRITU DE DIOS.
En el Amor del Señor y en la Lucha por el Reino, Alberto Magno y Gladys de Sales, sus pastores.