Persiguen a los Apóstoles
ESTUDIO # 13
Nuestro estudio para la reunión de hoy retrata la experiencia que, una y otra vez fue vivenciada por cristianos en todas las partes y en todos los tiempos – la persecución desatada por causa de la fe en Cristo Jesús. Pero el relato de los Hechos de los Apóstoles nos inspira a ver en la persecución la oportunidad de testificar de nuestro amor hacia el Señor y de crecer espiritualmente de un modo que no experimentaríamos si no pasáramos por ella. Esto nos hace recordar las palabras del Señor Jesús en el Sermón del Monte: “Bienaventurados los pacificadores, porque serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados seréis cuando por mi causa os insulten, os persigan y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestra recompensa es grande en los cielos, pues así persiguieron a los profetas que vivieron antes de vosotros.” (Mateo 5:9-12).
Que cada uno de nosotros permita que el Espíritu Santo nos ministre con poder estas verdades del Reino de Dios.
HECHOS 5:17-42
“17Entonces, levantándose el Sumo sacerdote y todos los que estaban con él, esto es, la secta de los saduceos, se llenaron de celos; 18y echaron mano a los apóstoles y los pusieron en la cárcel pública. 19Pero un ángel del Señor, abriendo de noche las puertas de la cárcel y sacándolos, dijo: 20«Id, y puestos en pie en el Templo, anunciad al pueblo todas las palabras de esta vida». 21Habiendo oído esto, entraron de mañana en el Templo y enseñaban. Entre tanto, vinieron el Sumo sacerdote y los que estaban con él, y convocaron al Concilio y a todos los ancianos de los hijos de Israel, y enviaron a la cárcel para que los trajeran. 22Pero cuando llegaron los guardias no los hallaron en la cárcel; entonces volvieron y dieron aviso, 23diciendo: «Por cierto, la cárcel hemos hallado cerrada con toda seguridad, y los guardas afuera de pie ante las puertas; pero cuando abrimos, a nadie hallamos dentro». 24Cuando oyeron estas palabras el Sumo sacerdote y el jefe de la guardia del Templo y los principales sacerdotes, dudaban en qué vendría a parar aquello. 25Pero viniendo uno, les dio esta noticia: «Los hombres que pusisteis en la cárcel están en el Templo y enseñan al pueblo». 26Entonces fue el jefe de la guardia con los guardias y los trajo sin violencia, porque temían ser apedreados por el pueblo. 27Cuando los trajeron, los presentaron en el Concilio, y el Sumo sacerdote les preguntó, 28diciendo: — ¿No os mandamos estrictamente que no enseñarais en ese nombre? Pero ahora habéis llenado Jerusalén de vuestra doctrina, y queréis echar sobre nosotros la sangre de ese hombre. 29Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: — Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres. 30El Dios de nuestros padres levantó a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándolo en un madero. 31A este, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados. 32Nosotros somos testigos suyos de estas cosas, y también el Espíritu Santo, el cual ha dado Dios a los que lo obedecen. 33Ellos, oyendo esto, se enfurecían y querían matarlos. 34Entonces levantándose en el Concilio un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la Ley, venerado de todo el pueblo, mandó que sacaran fuera por un momento a los apóstoles, 35y luego dijo: Israelitas, mirad por vosotros lo que vais a hacer respecto a estos hombres, 36porque antes de estos días se levantó Teudas, diciendo que era alguien. A este se unió un número como de cuatrocientos hombres, pero él murió, y todos los que lo obedecían fueron dispersados y reducidos a nada. 37Después de este se levantó Judas, el galileo, en los días del censo, y llevó en pos de sí a mucho pueblo. Pereció también él, y todos los que lo obedecían fueron dispersados. 38Y ahora os digo: Apartaos de estos hombres y dejadlos, porque si este consejo o esta obra es de los hombres, se desvanecerá; 39pero si es de Dios, no la podréis destruir; no seáis tal vez hallados luchando contra Dios. 40Estuvieron de acuerdo con él. Entonces llamaron a los apóstoles y, después de azotarlos, les ordenaron que no hablaran en el nombre de Jesús; y los pusieron en libertad. 41Ellos salieron de la presencia del Concilio, gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre. 42Y todos los días, en el Templo y por las casas, incesantemente, enseñaban y predicaban a Jesucristo.”
TEMAS: ÁNGELES, BUENAS NUEVAS, CASTIGO, CELOS, DIOS, ESPÍRITU SANTO, GENTE, GOZO, JESUCRISTO, LIDERAZGO, MILAGROS, OBEDIENCIA, PERSECUCIÓN, PERSEVERANCIA.
COMIENCE
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grupo de personas?
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EXPLORE
- ¿Por qué se oponían los líderes religiosos a los apóstoles? (v. 17).
- ¿Qué sucedió cuando los cristianos fueron puestos en la cárcel? (vs. 18 y 19).
- ¿Qué les dijo el ángel a los apóstoles que hicieran? (v. 20).
- ¿Cuándo comenzaron los apóstoles a enseñar? (v. 21).
- ¿Qué descubrieron los ancianos de Israel cuando se reunieron? (vs. 21 al 24).
- ¿Cómo trajeron a los apóstoles ante el Consejo? (vs. 25 al 27).
- ¿De qué manera desobedecieron los apóstoles al Consejo? (v. 28).
- ¿Por qué evitó el sumo sacerdote mencionar el nombre de Jesús? (v. 28).
- ¿Qué rezón dieron los apóstoles para su desobediencia? (v. 29).
- ¿Qué enfureció a los ancianos judíos? (vs. 29 al 32).
- ¿Quién intervino a favor de Pedro y de los otros? (vs. 34 al 39).
- ¿Cómo intervino Gamaliel? (vs. 34 al 39).
- ¿Qué recomendó Gamaliel al Consejo? (vs. 38 y 39).
- ¿Qué efecto tuvieron las palabras de Gamaliel? (v. 40).
- ¿Cómo trataron los ancianos a los apóstoles? (v. 40).
- ¿Qué hicieron los apóstoles después que salieron del Consejo? (vs. 41 y 42).
ANALICE
- ¿Qué puede hacer que alguien le tenga envida a un líder de la Iglesia?
- Si el gobierno le dijera que no puede orar, ni mostrar su Biblia, ni hablar de Dios
en público, ¿qué haría usted?
- ¿Describiría usted a su Iglesia como valiente, tímida, o algo intermediario?
¿Por qué? - ¿Qué formar de oposición experimentan los cristianos hoy en día?
- ¿Qué principios debe defender un cristiano a toda costa?
- Si Pedro fuera su pastor, ¿cómo piensa usted que sería su Iglesia?
- Si usted tuviera que pasar por los sufrimientos de los apóstoles, ¿cómo se
las arreglaría? - ¿De qué manera es posible tener gozo en medio de las circunstancias difíciles?
- ¿Qué debemos copiar del carácter y del ejemplo de Pedro?
- ¿Cómo puede usted ser más como Pedro en su testimonio por Cristo?
- ¿Cómo puede usted experimentar más plenamente a Dios, de manera que se
sienta libre de regocijarse sin importarle los sufrimientos que esté
experimentando?
APLIQUE
- ¿Qué quiere recordar la próxima vez que sea puesto a prueba o que esté sufriendo por su fe en Cristo?
- ¿En qué situaciones puede usted servir de testimonio por Cristo esta semana? ¿Cómo lo hará?