Estudiando el Libro de Proverbios
ESTUDIO # 3
Estudiando Proverbios – 3
Introducción
Hemos visto en el anterior estudio los tremendos beneficios reservados para aquellos que conocen y atesoran la Palabra del Señor en sus corazones. No es por casualidad que el proverbista desafía a sus lectores a: “¡Volveos a mi reprensión!, pues ciertamente yo derramaré mi espíritu sobre vosotros y os haré saber mis palabras”. (Proverbios 1:23). Esta promesa que Dios nos hace a través de Su Palabra fue repetida una y otra vez por los profetas del Antiguo Testamento.
El Señor Jesús también prometió enviarnos Su Santo Espíritu que nos iría a guiar a toda la Verdad. “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga y os hará saber las cosas que habrán de venir.” (Juan 16:13).
Este es el mejor y más loable motivo para que sigamos estudiando el libro de Proverbios, atesorando en nuestros corazones estas palabras y esperando que el Espíritu Santo nos prepare para el gran día de la manifestación de los hijos de Dios.
Texto: Proverbios 3.
“1Hijo mío, no te olvides de mi Ley, y que tu corazón guarde mis mandamientos,
2 porque muchos días y años de vida y de paz te aumentarán. 3 Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad: átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón 4 y hallarás gracia y buena opinión ante los ojos de Dios y de los hombres. 5 »Confía en Jehová con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia prudencia. 6 Reconócelo en todos tus caminos y él hará derechas tus veredas. 7 No seas sabio en tu propia opinión, sino teme a Jehová y apártate del mal, 8 porque esto será medicina para tus músculos y refrigerio para tus huesos. 9 »Honra a Jehová con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos; 10 entonces tus graneros estarán colmados con abundancia y tus lagares rebosarán de mosto.
11 »No menosprecies hijo mío, el castigo de Jehová, no te canses de que él te corrija, 12porque Jehová al que ama castiga, como el padre al hijo a quien quiere. 13 ¡Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría y obtiene la inteligencia,
14 porque su ganancia es más que la ganancia de la plata, sus beneficios más que los del oro fino! 15 Más preciosa es que las piedras preciosas: ¡nada que puedas desear se puede comparar con ella! 16 Larga vida hay en su mano derecha, y en su izquierda, riquezas y honra. 17 Sus caminos son caminos deleitosos; todas sus veredas, paz. 18 Es árbol de vida para los que de ella echan mano, y bienaventurados son los que la retienen. 19 »Jehová fundó la tierra con sabiduría, afirmó los cielos con inteligencia. 20 Con su ciencia, los mares fueron divididos y destilan rocío los cielos. 21 »Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos: guarda la Ley y el consejo, 22 que serán vida para tu alma y gracia para tu cuello. 23 Entonces andarás por tu camino confiadamente y tu pie no tropezará. 24 Cuando te acuestes, no tendrás temor, sino que te acostarás y tu sueño será grato. 25 No tendrás temor de un pavor repentino ni de la ruina de los impíos, cuando llegue, 26 porque Jehová será tu confianza: él evitará que tu pie quede atrapado. 27 »Si tienes poder para hacer el bien, no te rehúses a hacérselo a quien lo necesite; 28 no digas a tu prójimo: “Vete, vuelve de nuevo, mañana te daré”, cuando tengas contigo qué darle. 29 No intentes hacer daño a tu prójimo que vive confiado junto a ti. 30 No pleitees sin razón con nadie, a no ser que te hayan agraviado. 31 No envidies al hombre injusto ni escojas ninguno de sus caminos. 32 Porque Jehová abomina al perverso; su comunión íntima es con los justos. 33 La maldición de Jehová está en la casa del malvado, pero bendice la morada de los justos. 34 Ciertamente él escarnece a los escarnecedores y da gracia a los humildes. 35Los sabios heredan la honra, pero los necios cargan con su ignominia”.
Conceptos: Bienaventurados, Abominación,
Escarnecedor e Ignominia.
- ¿Qué ganancias hay en hallar la sabiduría y obtener inteligencia? (vs. 13-14).
- ¿Por qué debemos fiarnos totalmente en Dios? (vs. 5-8).
- ¿Qué promesa tiene Dios para los que lo honran con sus bienes? (vs. 9-10).
- ¿A quién hay que hacer el bien? (v. 27).
- ¿Cuándo hay que hacer el bien? (v. 27).
- Cuando tiene para dar, ¿qué debe hacer? (v. 28).
- ¿Cómo debe ser el proceder del hombre sabio, según los vs. 29-31?
- ¿A quién abomina y maldice Dios? (vs. 32-33).
- ¿Con quiénes tiene comunión y bendice su morada el Señor? (vs. 32-33).
- ¿Qué hará Dios con los escarnecedores? (v. 34).
- Y, ¿qué hará Dios a los humildes? (v. 34).
- ¿Qué recompensa está reservada para los sabios? (v. 35).
Meditación Práctica.
- ¿Qué significa en la práctica ser un bienaventurado?
- ¿Cómo podemos poner en práctica los versículos 27 y 28?
- ¿Qué resultados nos trae a la vida el poner la mirada en la Ley del Señor y en Sus Consejos? (Veamos los versículos 21 al 26).